Estaba leyendo un tema relacionado al miedo, y decía, si el miedo no es controlado, te puede conducir al odio.

Que fuerte esta palabra, “odio”, pero para ser honesta, yo sí supe lo que es odiar…

Tuve un período de mi vida en que si odié, me hicieron daño y no sabía cómo manejar este sentimiento. Muchas veces lloraba, porque mi vida, en ese entonces, se iba en picada (estaba enferma, me sentía sola), mi vida era un caos, cada día veía más oscuridad y no me daba cuenta que este miedo se estaba convirtiendo en odio.

Como no lo sabía, pensé que haciendo el cambio por fuera de mi las cosas iban a cambiar, por lo tanto, hacía todo lo que me decían para que me fuera bien, para que las cosas cambiaran, ponía incienso, velitas, iba a misa, oraba, me compraba muchos remedios para sanar, y así un montón de cosas que pensé me ayudarían a salir de mis problemas.

Pero sin embargo, esto continuaba, mi vida seguía igual.

Hasta que un día, sentí que mi mayor tema a tratar era perdonar y perdonarme, por todo lo que me habían hecho y todo lo que yo había hecho, quizás no en acciones, porque no me atrevía a hacerle mal a nadie, pero sin embargo, en mis pensamientos si me atrevía. No sabía, en ese entonces, te estoy hablando hace como más de 10 años atrás, no sabía que los pensamientos se convierten en cosas, es decir, se hace realidad…

Poco a poco empecé a hacer una oración, que lo tengo escrito en otro post de mi blog, ahí me di cuenta que me empecé a sentir más liviana, empecé a sentirme mejor, ya no tenía tantas pesadillas, mi cuerpo empezó a sanar, y comenzó a cambiar varios aspectos de mi vida.

También encontré a doctores que me ayudaron. Mágicamente los doctores que me topé en ese tiempo, expertos en colon y dermatología, me decían: ”busca ser feliz, toma agua de manzanilla, no te preocupes tanto…” no entendía mucho en “ser feliz”. Aunque no te miento, la primera vez que me lo dijeron me enojé, no entendía como me podían decir eso… pero poco a poco empecé a comprender.

Lentamente mi vida empezó a cambiar, y al perdonar, el odio empezó a desaparecer, por lo tanto, el miedo también…

Ahora mi piel está sana, mi colon mucho mejor, por ello, te invito a que trabajes el tema de los miedos, busca de dónde se origina y que te ocasiona ese miedo, sé honesto contigo, di lo que sientes, exprésalo, ya sea con un amigo, en una carta, con un terapeuta, como tú quieras…

No te juzgues, ya que es normal tener esos sentimientos de odio, rabia, decepciones, y todo lo negativo, ya que lo único que nos regala el miedo es la negatividad en todo.

Sabes, la mejor sanación es aprender a conocernos, es amarnos, ya que el verdadero cambio comienza en ti, no fuera de ti… por ello, todo lo que hice, los inciensos y todo eso no me servía, claro que me daba paz, pero no se mantenía en el tiempo, porque estaba fuera de mi.

Para cambiar hay que aceptarse, hay que aceptar todo lo que vives y eso sí que cuesta… me dirás: “cómo me pides eso, si es lo que menos quiero, lo que no deseo en mi vida”, pero así es…, si aceptas la vida que tienes, es más fácil trabajar en ello.

Cuando se vence el miedo, la Luz sale a relucir tu Ser, te atreves a Ser feliz, a Ser amor, a Ser lo que deseas Ser…

Entonces, decides trabajar el miedo para encontrar tu propia Luz?

Con Amor para ti…

Bernardita Inostroza M.
Maestra y Terapeuta Reiki en
Cama de Cuarzo Rosado
Lectora de Registros Akáshicos